
Vale aclarar que esta empresa no es la dueña del transporte ferroviario.. ¡Demasiado choreo para ser solo una concesión del servicio público!
¿Los afectados? Los mismos de siempre.. laburantes y usuarios
Los dueños del Grupo Plaza (El Rápido Argentino, Dumascat, Mercobus y Plus ultra, entre otras decenas de Empresas)… Unos verdaderos Piratas del Asfalto!!!
Éste grupo económico, que a comienzo de los años 90’ solo poseía dos líneas de colectivos urbanas, la líneas 61 y la 62, crece considerablemente durante la pasada década diversificándose y expandiendo sus negocios en varias áreas: transportes (Grupo Plaza), concesiones públicas (TBA, Trenes de Buenos Aires), seguros (Lua La porteña), construcción de material ferroviario (Emfersa), construcción de carrocerías de buses (Tatsa), incluso incursiona participando en concesiones públicas en el exterior (Opportrans, Metro de Río de Janeiro). Hoy este grupo sigue creciendo y se atreve a nuevos negocios, puntualmente el aerocomercial, a través de la adquisición de la aerolínea Southern Winds…
Dados los reiterados incumplimientos en materia de inversiones y mantenimiento, detectados por la Auditoría General de la Nación, La matriz operatoria de este grupo empresario fue utilizar su influencia política para recibir prebendas, en el caso que nos ocupa, la concesión de las líneas ferroviarias Mitre y Sarmiento (hoy TBA) y bajo el amparo cómplice del poder político actuante, quien pese a las denuncias de irregularidades formuladas por parte de los órganos de control nada hizo…
Pero la actitud depredatoria de los recursos del estado no solo se limita a los subsidios, de los que el Grupo Cirigliano se nutre, otras veces se torna más directa, como en el caso de las denuncias por venta ilegal de material ferroviario. Estas denuncias contra TBA fueron formuladas por varias de las asociaciones gremiales de trabajadores ferroviarios…
Pero la costumbre de hacer uso y abuso de la paciencia y de los fondos del estado por parte de TBA no es nueva. En el año 1998 TBA realizó compras con sobreprecios del orden del 4000 %, como fue el caso del programa de renovación y puesta a punto del material rodante y del parque tractor de la empresa, material de origen japonés marca Toshiba fabricados durante la década del 60´. En esa oportunidad, ante una denuncia periodística formulada por el diario Página 12, intervino la justicia y se realizaron una serie de allanamientos a cargo del Juez Urso.
Según el artículo periodístico se trató de un negociado entre la empresa y los funcionarios públicos a cargo de controlar a la misma. Los sobreprecios pagados llegaban a superar en cuarenta veces los precios del mercado. El siguiente párrafo pertenece al artículo periodístico:
“…Ese programa de modernización es solventado por el Estado a través de subsidios. En el momento de la privatización de los trenes, en 1991 –a pesar de que los privados recién se hicieron cargo en el ‘95– TBA propuso el programa de recauchutaje de coches y el Estado lo refrendó. En ese plan constaban precios hasta un 3926,7 por ciento superiores a los valores promedio de mercado. Ese fue el caso de los grifos de bronces, presupuestados a 138,90 pesos cada uno contra 3,45 del valor de plaza. El Estado también pagó 1782 pesos por cada ventana de costado de los coches, seis veces más de lo que cuesta en el mercado. Y 89 pesos por cartelitos con la leyenda “Prohibido Fumar"… sabemos que a fines de 1999 el Grupo Cirigliano facturaba por un monto no menor a los 600 millones de dólares.
Este es un breve resumen del informe titulado “TBA y el Grupo Cirigliano:
La quintaesencia del empresario argentino”, Elaborado por el
Diputado del ARI Sebastián Cinquerrui y Asesores.
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